"Este Gobierno no funciona con una justicia independiente. Por eso, tarde o temprano, van a tratar de reformar la Constitución con o sin votos", señaló Jorge Lanata en el monólogo de Periodismo Para Todos.
El periodista habló de las críticas de la presidenta Cristina Kirchner a la Justicia, luego del revés que sufrió cuando la Corte Suprema declaró la inconstitucionalidad de la elección de consejeros de la Magistratura.
"El jueves en Rosario Cristina estaba un poco sacada. Estuvo una semana sacada. Dijo que hay una justicia para privilegiados. Claró, como zafó Boudou, como le avisaron a Lázaro Báez para que sacaran las pruebas", puntualizó. Y precisó: "Mientras seamos república tiene que haber división de poderes".
"¿Se dieron cuenta cuántas batallas perdidas? Quisieron intervenir Cablevisión y no pudieron; el 7D, estuvimos desde septiembre a diciembre, la Fragata Libertad, los árboles de Macri, la reforma judicial. Es una larga lista de fracasos", comentó. Y bromeó: "A Cristina le dicen alérgica al pollo porque se descompone cada vez que ve una Suprema".
También Lanata se refirió a lo que cobró el músico Fito Páez por el show que dio el miércoles para el Gobierno. "Cobró 2 millones y pico de pesos. En el mundo del rock lo conocen como Lázaro Páez".
El periodista comentó las revueltas que hubo en Brasil. "Magnetto se instaló en Brasil. Claro, sólo él pudo armarlo. Fue bastante parecido a los cacerolazos de acá. Dilma habló y acá Cristina nunca lo hizo. Brasil nos da envidia hasta cuando hay quilombo", aseguró.
El conductor de PPT además volvió a comentar la ruta del dinero K. "Casanello citó a los empleados de SGI y entre los que vaciaron la financiera estaba un hijo de Pérez Gadín. Por lo menos lo hace laburar, no como Cristina", afirmó. Y cerró el monólogo con los candidatos de las primarias: "Lo de Filmus es meritorio, porque pierde y vuelve, pierde y vuelve. No lo votan y el tipo vuelve".
"La república es equilibrio y control. Cristina quería quedarse con los jueces y la Justicia le dijo que no.
Ahora preparan el terreno para reforma la Constitución como sea. Con
votos o sin votos. Si ellos son el pueblo, ¿nosotros qué somos,
extranjeros?", preguntó Jorge Lanata en el cierre de Periodismo Para Todos.
El periodista se refirió al presente, pero con datos del pasado. Para eso citó varios fragmentos del libro El espíritu de las leyes, de Charles Louis de Secondat, Señor de la Brède y Barón de Montesquieu, en el que se define, entre otras cosas qué es una tiranía. "Es increíble que en el siglo XXI estemos discutiendo algo del siglo XVIII. El gobierno que combatió a la dictadura está dando los pasos para convertirse en una dictadura. El modelo no funciona con justicia independiente, ni con prensa independiente", determinó.
"Montesquieu vio como el poder judicial era independiente del Ejecutivo. En 1748 escribió: 'Cuando los poderes legislativos y ejecutivos se hayan reunidos en una misma corporación, entonces no hay libertad, porque es de temer que el monarca o el senado hagan leyes tiránicas para ejectuarlas del mismo modo'".
Y siguió citando ese texto: "Así sucede también con el poder judicial. No está separado del legislativo y del ejecutivo. Si se une al legislativo, el imperio sobre las vidas y la libertad sería arbitrario, por ser uno mismo el juez y legislador. Si se une al ejecutivo, el judicial sería tiránico. En el Estado en el que un hombre solo pudiera administrar los tres poderes y tuviese la facultada de hacer las leyes y de juzgar los crimenes, todo se perdería enteramente".
"Quiero explicar qué es la división de poderes. Estamos en la república Argentina. República, que viene de res pública, que en latín significa cosa pública. Para que eso exista, se tienen que dar algunas condiciones", precisó.
Y enumeró: "Periodicidad en los cargos, publicidad de los actos de gobierno, no existe en una república el secreto de estados. No hay gastos reservados. La responsablidad de los funcionarios, la soberanía de la ley y el ejercicio de la ciudadanía. Respeto y no intelerancia, igualdad de la ley, idoneidad y separación de los poderes".
"Esta es la justicia más obsecuente que hubo. Ahora los apretan, antes los coimeaban en la época de Menem, es peor ahora. Los apretan. Pero no les alcanza. Van por todo. República Agentina. Acordate. No dejemos de serlo", cerró.
El periodista se refirió al presente, pero con datos del pasado. Para eso citó varios fragmentos del libro El espíritu de las leyes, de Charles Louis de Secondat, Señor de la Brède y Barón de Montesquieu, en el que se define, entre otras cosas qué es una tiranía. "Es increíble que en el siglo XXI estemos discutiendo algo del siglo XVIII. El gobierno que combatió a la dictadura está dando los pasos para convertirse en una dictadura. El modelo no funciona con justicia independiente, ni con prensa independiente", determinó.
"Montesquieu vio como el poder judicial era independiente del Ejecutivo. En 1748 escribió: 'Cuando los poderes legislativos y ejecutivos se hayan reunidos en una misma corporación, entonces no hay libertad, porque es de temer que el monarca o el senado hagan leyes tiránicas para ejectuarlas del mismo modo'".
Y siguió citando ese texto: "Así sucede también con el poder judicial. No está separado del legislativo y del ejecutivo. Si se une al legislativo, el imperio sobre las vidas y la libertad sería arbitrario, por ser uno mismo el juez y legislador. Si se une al ejecutivo, el judicial sería tiránico. En el Estado en el que un hombre solo pudiera administrar los tres poderes y tuviese la facultada de hacer las leyes y de juzgar los crimenes, todo se perdería enteramente".
"Quiero explicar qué es la división de poderes. Estamos en la república Argentina. República, que viene de res pública, que en latín significa cosa pública. Para que eso exista, se tienen que dar algunas condiciones", precisó.
Y enumeró: "Periodicidad en los cargos, publicidad de los actos de gobierno, no existe en una república el secreto de estados. No hay gastos reservados. La responsablidad de los funcionarios, la soberanía de la ley y el ejercicio de la ciudadanía. Respeto y no intelerancia, igualdad de la ley, idoneidad y separación de los poderes".
"Esta es la justicia más obsecuente que hubo. Ahora los apretan, antes los coimeaban en la época de Menem, es peor ahora. Los apretan. Pero no les alcanza. Van por todo. República Agentina. Acordate. No dejemos de serlo", cerró.
Baile y contraataque tras el golpe de la Corte
Por Carlos M. Reymundo Roberts | LA NACIONQué tranquilidad me dio ver a la señora tan feliz en Córdoba y en Rosario, saltando y bailando con una gracia que, la verdad, no le conocía. Me habían dicho que el baile es una de las pocas cosas que no se le daban bien. ¡Mentira! Lo hizo con tanto ritmo que, sin darme cuenta, yo mismo terminé bailando frente a la televisión. Cuando todos esperaban verla derrotada por el fallo de la Corte, se les animó a los tamboriles e hizo vibrar a la multitud. Este diario dijo que había fingido su júbilo para no mostrarse vencida. No entienden nada. Apenas se perdió una batalla. La guerra continúa.
Sí, esto es una guerra, también de gestos. ¿Vieron a Lorenzetti en la tapa de LA NACION muerto de risa en Tribunales después de firmar la sentencia infame? Era como que el tipo nos refregaba su venganza. Como que se nos reía en la cara. Eso sí que fue impostación, y Cristina le respondió sobre el escenario de Córdoba sacándose el tapado de piel -una belleza que tiene muy merecida la fortuna que debe haber costado- y danzando de una forma tan acompasada y simpática que la gente no podía dejar de aplaudir. Qué injusta es la naturaleza: tantos como yo, que apenas nos movemos, y ella, un grácil trompito.
Es cierto que si lo de la Corte fue destituyente, como dijeron nuestras principales espadas, no había mucho de qué alegrarse. Es un detalle. Lo importante es que la señora, después de patalear en la intimidad de Olivos, mostró que está entera. "Vamos a dar batalla", prometió.
Eso queremos: más batallas. A vos, Maqueda, que te pusiste a temblar porque te intimidó uno de los nuestros en la calle; a vos, Lorenzetti, que soñás con ser presidente. A todos les decimos: seguiremos intentando democratizar la Justicia, aunque para conseguirlo tengamos que cargarnos la democracia y la Justicia.
Me gustó lo que dijo la señora en Rosario: que sólo falta que frenen la elección de presidente con una cautelar, y que si Belgrano viviera sería kirchnerista. Además, invitó a la gente a ver la ciudad desde un helicóptero, para apreciarla mejor. No es un programa barato, pero está bueno. Destaco la entereza para decir esas cosas, que a cualquiera lo harían poner colorado. Sospecho que en los desayunos de Olivos le están dando algo fuerte. No sé, café recargado.
Por supuesto, ya sabíamos que la cosa no venía bien en la Corte -Zaffaroni se reportaba casi a diario a la Casa Rosada-, por lo cual empezamos a trabajar hace tiempo en la mejor forma de contraatacar.
Consensuamos lo siguiente:
-El fallo debía ser presentado como un triunfo de la corporación judicial frente al derecho de la gente de elegir a los miembros del Consejo de la Magistratura. Genialidad. De esa forma aparece derrotada la gente, no el Gobierno. Uno de La Cámpora se animó a decir que, según un sondeo, 8 de cada 10 no tienen interés en votar para el Consejo. Le aplicaron la pena capital: todos los días tiene que leer Tiempo Argentino, escuchar a Víctor Hugo y tratar de entender a Barone.
-Por tratarse de un pronunciamiento de la Corte, se decidió contrarrestarlo con nuestras más lúcidas cabezas jurídicas. Surgieron así, naturalmente, los nombres de Aníbal Fernández, D'Elía y Estela de Carlotto. También apostamos a un tipo torpe y destemplado para debates de cierta complejidad, pero que tiene la virtud de ser doblemente K: Kunkel. A Boudou preferimos reservarlo para otros combates. Por ejemplo, para el caso de que llegue a la Justicia el blanqueo de dinero.
-Preparamos una campaña contra los jueces de la Corte. Diremos que son corruptos, inútiles y corporativos. ¿Y si después nos apoyan contra Clarín en la ley de medios? En ese caso quedará ratificada la doctrina de la señora: a la gente hay que tratarla mal para que salga buena.
-Como la Corte dijo que nuestra reforma es anticonstitucional, nos proponemos actuar en consecuencia: modificar la Corte o modificar la Constitución.
-Vamos a decir que el fallo es destituyente, un nuevo intento de golpe que le sigue al del campo, al de la prensa hegemónica, al de los gendarmes y prefectos, al de los garcas que salieron tres veces a protestar, y no me acuerdo cuántos más. Otra genialidad: un gobierno tan golpeado tiene derecho a golpear.
-Vamos a insistir en acciones como las de La Cámpora con Maqueda. Militantes contra jueces de la Corte: eso es democratizar la Justicia.
-A cada sonrisa de Lorenzetti le opondremos la alegría dicharachera de Cristina. Si en algo no se deja ganar ella es en simpatía.
-Si Lorenzetti se hace el malo, ella, contra su naturaleza, será más mala.- A cada fallo de la Corte le vamos a oponer las fallas de la señora.
-A las aspiraciones políticas de Lorenzetti vamos a oponerles las aspiraciones de Cristina. No podemos perder.
Unas líneas con la aclaración de que no soy el autor del ya famoso mensaje colgado en la página web de La Cámpora tras el fallo de la Corte, que dice: "Ta' todo tranqui, un par de corporacioncitas en contra, es una reaccioncita nomás, todo piola, ta todo bien, de postalina.". Ya me gustaría tener esa prosa, esa riqueza de argumentos. No estaría escribiendo en LA NACION.
Más y más obstinación
Por Carlos Pagni | LA NACIONEl revés de Cristina Kirchner ante la Corte ayuda a resolver un interrogante frecuente en estos días: ¿cómo reacciona el kirchnerismo frente a la derrota en una guerra que planteó, como siempre, a todo o nada? La respuesta la dio ayer la Presidenta en Córdoba. Sin apartarse del protocolo oficial frente a las grandes desventuras, disimuló la dimensión de la derrota y, de inmediato, convocó a otra batalla.
El campo, el momento y el enemigo se mantienen imprecisos. Pero la estrategia sigue siendo la única disponible: más y más obstinación. La señora de Kirchner acusó a la Corte de conspirar contra la democracia por negarse a que el pueblo pueda elegir a los consejeros de la Magistratura. En vez de refutar, confirmó un argumento central de la sentencia: que esa forma de selección convertiría a jueces, abogados y académicos en representantes del pueblo, no de sus pares, como establece la Constitución.
Otras respuestas no fueron más elaboradas. La Cámpora, replegándose en un sarcasmo de estudiantina, colgó de su página web un texto en dialecto: "Ta' todo tranqui, no pasa nada, un par de corporacioncitas en contra, no es nada del otro mundo (.) es una reaccioncita nomás, tienen un poquito de poder, eso es todo, todo piola, ta todo bien, de postalina..." Sobre las agresiones al juez Maqueda, ni una palabra.
Con menos humor, Carlos Kunkel recurrió a una descalificación: "Creíamos que esta Corte iba a fallar de otra manera. Pero el Poder Judicial va siempre en ayuda del poder económico". Es curioso que Kunkel no haya dicho lo mismo tres semanas atrás, cuando la Corte benefició a Chevron en contra de los representantes de los pueblos originarios de Ecuador. Quizás el embargo contra Chevron, la empresa con la que negocia Miguel Galuccio para salvarse del fracaso, era arbitrario. También para Kunkel a veces los "poderes económicos" pueden ser providenciales.
Kirchneristas más sofisticados se abrazaron al voto de Raúl Zaffaroni, el único que rechazó el fallo de María Servini de Cubría. Pero el de Zaffaroni es un salvavidas defectuoso. Casi se limita a contestar a los que, para impugnar la reforma judicial, citaron los argumentos que él esgrimió como constituyente. Entre ellos están Servini y los propios colegas, que refirieron al Zaffaroni de 1994, aunque evitaron transcribirlo.
La autojustificación de Zaffaroni fue inteligente. Parafraseada, diría así: "En la Constituyente yo vaticiné que, si no especificábamos las características del Consejo de la Magistratura, una mayoría parlamentaria podría deformarlo. No conseguí imponer ese criterio. Sucedió lo que predije: el Congreso aprovechó ese vacío y dictó una norma que puede ser un error político, pero que no por eso es inconstitucional. Es decir: no puedo evitar como juez que se produzca lo que profeticé como constituyente".
Es verdad que un pecado capital de la Constituyente fue delegar parte de su trabajo en el Congreso. Aun así, la lógica del Pacto de Olivos fue cambiar tiempo por facultades. Es decir, el presidente conseguiría la reelección a costa de ceder atribuciones. Entre ellas, la nominación discrecional de los jueces. La ley que la Corte anuló, en cambio, vincula por la vía electoral la integración del Consejo al candidato presidencial más votado. Zaffaroni no ignora esta contradicción. Pero no puso empeño en resolverla. Su posición técnica fue elaborada con la desidia de quien se sabe, de antemano, derrotado.
La reacción del kirchnerismo, liderada ayer por la Presidenta, se podría resumir en el eslogan "la lucha continúa". Juan Manuel Abal Medina adelantó que "vamos a mantener en alto el debate". La primera modulación de esta consigna es que el Gobierno seguirá presionando a la Corte para que falle contra Clarín en el pleito por la aplicación de la Ley de Medios. Es comprensible. La ley que naufragó no pretendía remodelar el Poder Judicial sino remover los obstáculos que había encontrado la señora de Kirchner en su avance sobre la prensa independiente, en especial sobre ese holding. Este carácter retrospectivo y unidimensional, más parecido a una venganza que a una reforma, fue uno de los factores del fracaso.
Estela de Carlotto identificó una meta más precisa para la "otra batalla" de la Presidenta. La Corte advirtió que para alcanzar los objetivos oficiales debería modificarse la Carta Magna. Carlotto aceptó el desafío: "Debemos reformar la Constitución para quitar sus prebendas a los jueces y facilitar la continuidad de un gobierno nacional y popular como el que lleva adelante Cristina Kirchner", propuso.
El objetivo de Carlotto es el punto de fuga de la estrategia oficial. El principio según el cual no existe otra legitimidad que la de la voluntad del electorado, que anima la malograda reforma judicial, también inspira el plebiscito que anunciaron el 16 de marzo los gobernadores alineados con la Casa Rosada. El plan, similar al que Menem imaginó en 1993, consiste en conseguir un mandato en favor de la reelección para presionar a la oposición legislativa. Así como la Presidenta dijo que los jueces no pueden oponerse al deseo popular, sus apóstoles dirán que tampoco los bloques del Congreso deben hacerlo.
Para no desembocar en otro Vietnam la señora de Kirchner debería conseguir que los comicios dejen la impresión de que el suyo es un liderazgo sin alternativa. Esa percepción podría derivar no tanto del caudal de votos obtenido sino de la diferencia que obtenga respecto de sus rivales.
La elección de consejeros había sido concebida para facilitar ese propósito. Pero el fallo de la Corte desbarató el ardid. Por lo tanto, desde anteayer, Cristina Kirchner se ve más necesitada de un triunfo contundente en la provincia de Buenos Aires. Ese distrito es más decisivo que nunca, ya que las encuestas le auguran la derrota en Mendoza, Córdoba y Capital Federal.
La esperanza de mejorar su performance en Santa Fe murió hace 10 días. María Eugenia Bielsa rechazó la candidatura que en Olivos, envuelta en una bata, a las cinco de la tarde, le ofreció la Presidenta. La dueña de casa tuvo una reacción tan intempestiva -e irreproducible- que generó dudas sobre su margen emocional para asimilar malas noticias. (***)
La incierta disputa bonaerense exige al Gobierno sintetizar la propia fuerza y dispersar la del contrario. Para el primer objetivo la Presidenta apretó otras vez las clavijas a Daniel Scioli. El gobernador deberá demostrar que no es el titiritero de De Narváez involucrándose en las listas oficiales. Scioli ya obedeció, desprendiéndose de funcionarios alineados con De Narváez, como Isidoro Laso.
Julio De Vido aplica sus proverbiales recursos filosóficos a desarticular la liga de intendentes de Sergio Massa. No le alcanza con que Massa no se postule. Necesita que, si presenta candidatos, sea en el marco de la interna del Frente para la Victoria. Es lógico: los votos de esos caudillos deben restarse del caudal kirchnerista. Giustozzi, de Almirante Brown, y Eseverri, de Olavarría, se tentaron con servir a esa estrategia.
Massa se ha convertido en la esfinge del Delta. Sus interlocutores de las últimas 48 horas aseguran que encabezará la lista de su Frente Renovador. Pero nadie escuchó que lo dijera. Toda la dirigencia bonaerense, incluida la oficialista, admite que sería una mala noticia para el Gobierno. Hace diez días, por ejemplo, la consultora Isonomía entregó a De Narváez una encuesta según la cual, si el Gobierno postulara a Alicia Kirchner, podría salir tercero. El triunfo sería de Massa y el segundo puesto, del propio De Narváez.
Massa definirá su jugada el sábado. Está jugando al póquer con la Presidenta. Tampoco ella reveló a su candidato. Y Massa no descarta que sea Scioli. En la gobernación sí lo descartan. Scioli calcula que Cristina Kirchner llevará en su lista a tres intendentes, con el de Lomas de Zamora, Insaurralde, a la cabeza. Y cree, en su optimismo mágico, que esa selección lo beneficia. El plan de Scioli es que Massa lo libere de un obstáculo contra el que él se siente superado: la Presidenta. Después, fantasea con invitar al intendente a una gran interna, similar a la de Menem contra Cafiero, en 1988. Sueños de La Ñata.
Ganar las elecciones siempre es para el político el objetivo más urgente. Pero la Presidenta debería estar más inquieta todavía. Al argüir que los jueces no deben oponerse a la voluntad popular le dio un poder absoluto a la mayoría del Congreso. ¿Qué consecuencias tendría ese axioma si en los comicios de este año esa mayoría volviera a cambiar de titular? Instalada en su presente eterno, a Cristina Kirchner le cuesta imaginar ese futuro. Con tal de dominar a la prensa, no calcula siquiera lo que puede suceder en la próxima semana.
(***) 27/02/13 - 13:01 - CLARÍN
En una decisión sorpresiva, la diputada María Eugenia Bielsa renunció a su banca de diputada provincial en Santa Fe. En una conferencia de prensa, anunció su dimisión con fuertes críticas al kirchnerismo y, sobre todo, al jefe del bloque de diputados nacionales K, Agustín Rossi, al que tildó acusó de “priorizar intereses personales”.
"La ciudadanía me pedía representarlos con convicción y mi renuncia no significa claudicación a los 581.000 votos obtenidos", expresó la ex vicegobernadora, quien admitió no haber podido acordar una agenda legislativa en la provincia.
Al explicar su renuncia, Bielsa cargo contra Rossi por dividir al kirchnerismo en Santa Fe. “Hay una voluntad para que se de esta división, Rossi siempre prioriza sus intereses personales”, manifestó. "Las diferencias son con una parte del peronismo, sobre todo con el bloque que responde a Agustín Rossi y sus aliados. Es llamativo que han votado la totalidad de las leyes del Ejecutivo provincial y se declararon en la provincia cosas que no se sostienen en la Nación. Mientras tanto, no se han votado leyes importantes de referentes de nuestro propio partido", dijo.
“Rossi recuerda la unidad al momento de armar las listas. Además, las consecuencia del acuerdo con el socialismo es la anulación de la propia política", sostuvo la hermana de Rafael, titular del Sedronar, y Marcelo, ex DT de la selección Argentina.
Bielsa cuestionó la obsecuencia de algunos dirigentes K. "Me siento parte del proyecto nacional, pero también creo que debemos apuntalarlo con las continuidades. La lealtad al gobierno nacional no se define desde la obsecuencia sino desde las ideas”, expresó. “Yo no estoy dispuesta a esterilizar mi acción política. Primero está la Patria, luego el movimiento y después los individuos y sus intereses", agregó.
La ahora ex diputada obtuvo en las elecciones de 2011 581 mil votos, 193 mil más que Rossi, quien fue candidato a gobernador por el peronismo unido. Las diferencias con el rossismo afloraron cuando asumió su banca y el kirchnerismo local impidió que ocupara la titularidad de la Cámara baja provincial, un cargo que ella pretendía por ser quien había encabezado la lista.
“La presidente Cristina Fernández fue la primera persona a quien le
comunicó su decisión personal", reveló la ex diputada provincial, que
mantiene un diálogo cordial con la mandataria, a pesar de sus
deferencias con Rossi.
Tras su rotundo triunfo en Santa Fe en las últimas elecciones, Bielsa emergió como la candidata de la Casa Rosada para disputarle la gobernación al socialismo en 2015 y
hasta fue recibida por CFK. Ahora, tras su renuncia, se especula que
compita en las legislativas de octubre para conseguir una banca de
diputada nacional.
ENLACES/FUENTES:
http://kretinadimision.blogspot.com.ar/
http://librepaez.blogspot.com.ar/2011/02/fito-paez-k.html
http://ricardoheredia26.blogspot.com.ar/search/label/politica%20argentina
http://seniales.blogspot.com.ar/search?q=zaffaroni
http://suboficialesdeamericadelsur.blogspot.com.ar/2013/02/politica-maria-eugenia-bielsa-maria.html
http://tn.com.ar/personajes/jorge-lanata
http://tn.com.ar/politica/monologo-de-lanata-van-a-tratar-de-reformar-la-constitucion-con-o-sin-votos_396570
http://www.lanacion.com.ar/1594421-baile-y-contraataque-tras-el-golpe-de-la-corte
http://www.lanacion.com.ar/1593880-mas-y-mas-obstinacion
http://www.youtube.com/user/klymenkoalexis/videos
http://www.youtube.com/user/mis3centavos/videos
http://www.youtube.com/user/OTROBB4/videos
http://znvision.blogspot.com.ar/2011/02/fito-paez-ante-una-multitud-y-contra-el.html
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