PDM: Ginóbili no se parece a Ginóbili

sábado, 15 de junio de 2013

Ginóbili no se parece a Ginóbili

“No estoy feliz. Nadie está feliz”. Emanuel Ginóbili no ocultó su descontento mientras habló con la prensa luego de la derrota de San Antonio por 109 a 93 ante Miami en el cuarto partido de la serie final de la NBA que está igualada 2 a 2. No era para menos el enojo del bahiense. En los cuatro duelos ante los Heat, el Ginóbili goleador al que están acostumbrados los fanáticos de los Spurs no apareció. “Por supuesto que hubiera preferido anotar más y jugar más agresivo. Es frustrante”, afirmó el argentino tras el partido en el que consiguió sólo 5 puntos (1-2 dobles y 3-4 libres).

Lejos está Ginóbili de los números que lo transformaron en un jugador clave del equipo en las finales de 2003, 2005 y 2007. Es cierto que, con seis años más que cuando ganó su último anillo, su físico no es el mismo y tampoco su rol dentro del equipo. Pero, más allá de eso, su bajo rendimiento sorprende a más de uno.

“Estoy preocupado por él. En los viejos días, volvía loco a Popovich por ser demasiado agresivo. Ahora ni siquiera está mirando la canasta. Nunca vi a ‘mi hombre’ Ginóbili tan pasivo”, afirmó Charles Barkley, ex basquetbolista y hoy comentarista, uno de los grandes fanáticos de Ginóbili desde su llegada a la NBA.

Gran conocedor de su talento y sus capacidades, Popovich también se mostró preocupado por su presente. El entrenador de San Antonio admitió: “Ha tenido unos playoffs duros y aún no ha encontrado su ritmo, su mejor juego. Y eso hace que no tenga la misma confianza de siempre.” Aunque reconoció que no hay mucho que él o sus compañeros puedan hacer para ayudarlo. “Es simple: él se hará reaccionar a sí mismo o no lo hará. Pero sabe que debe jugar mejor para que el equipo triunfe”, señaló.

Muy diferente fue la visión de Tim Duncan, quien reflexionó: “ Manu está siendo increíblemente desinteresado y generoso. Está tratando de hacer la jugada correcta en el momento justo, dar el pase necesario y hacer mover la defensa, en lugar de pensar en él. Está buscando hacer un mejor juego y poner el equipo antes que nada”.

Ginóbili, más allá de su frustración, eligió enfocarse en lo positivo. “No tuve un juego fino y sigo sin poder meter la pelota. Pero estoy tratando de hacer otras cosas: mover bien la bola, jugar de facilitador, encontrar a los anotadores y aprovechar el buen momento de ellos”, reconoció. Y agregó: “No siento la presión de tener que anotar. Ahora el equipo no depende de mí y no quiero forzar las cosas”.

Con la mente ya puesta en el quinto juego -mañana en San Antonio-, admitió: “Llevarnos el próximo partido es obligatorio. Definitivamente, no queremos ir a Miami con la necesidad de tener que ganar dos”.

Ginóbili confesó que está pasando un momendo delicado desde lo psicológico pero no se resigna: "Hay que afrontarlo y salir lo mejor posible". También confesó que el quinto punto será decisivo: "Es casi un partido de vida o muerte".

Fue un récord de tiempo de atención a la prensa por parte de Manu Ginóbili: 27 minutos a corazón abierto, con buen estado de ánimo, reconociendo que no estuvo bien los cuatro partidos ya jugados de la serie final, repartiendo respuestas en dos idiomas. La única molestia se la provocó una mosca que no dejó de sobrevolar sobre su cara: "Esta mosca me tiene repodrido".

Ginóbili aceptó que está "impecable, muy bien en lo físico" pero que "mentalmente no estoy en mi mejor momento, estoy frágil. Esta temporada ya me pasó varias veces, por cuestiones físicas, pero no pensé que en esta instancia el problema sería mental. Hay que afrontarlo y salir lo mejor posible".

Mañana, desde las 21 (hora de la Argentina, por ESPN), se jugará el partido 5 y Ginóbili explicó que ganar "es especialmente fundamental. Es casi un partido de vida o muerte, sabés que tenés que ganar. El equipo está como siempre, con ganas de trabajar, pero más que nada con ganas de revertir la mala imagen que dejamos en el partido 4" en donde perdieron por 16 puntos de diferencia ante los Heat.
En cuanto a posibles modificaciones tácticas para el nuevo choque ante Miami dijo que San Antonio hará "algún ajuste mínimo, pero no vamos a cambiar nuestra identidad de juego ahora".

Y sobre el reclamo de sus compañeros Tony Parker y Tim Duncan, para que sea más egoísta, Manu se puso serio: "No miro, no leo, no quiero escuchar nada, vivo en una burbuja. Lo que decimos entre nosotros lo hacemos en el vestuario, no voy a comentar lo que dicen mis compañeros afuera del vestuario. Entiendo que el equipo necesite que anote más pero está difícil por la forma que defienden, lo hablamos un millón de veces".

Ginóbili aún no dio la talla en la serie ante Miami. San Antonio lo necesita para destrabar el 2-2 en la final. Popovich, Duncan, Parker y LeBron opinan sobre el momento del bahiense.

Todos pedimos por Manu. No es una ocurrencia nuestra que el bahiense todavía no dio la talla en la serie final frente a Miami. Apenas si apareció con cuentagotas durante los cuatro partidos. Con la elegancia y respeto habitual, entre líneas o con mensajes claros, ante las consultas de distintos medios, el DT Gregg Popovich, Tim Duncan y Tony Parker no le sacaron el cuerpo a las preguntas sobre el bajo nivel de Manu tras el 109-93 de Miami, el jueves, que puso la serie 2-2. Mañana es el quinto.

Porque la cuestión es que el Big Three de San Antonio viene funcionando rengo, por uno o por otro, o porque todavía Gino no aportó su habitual energía y contribución al equipo en varios rubros estadísticos. Cuando le preguntaron a Popovich si estaba preocupado por el rendimiento del bahiense, el entrenador, generalmente evasivo, fue directo: “Bueno, por supuesto que sí. Manu está teniendo unos playoffs duros y realmente no encontró su ritmo de juego. Creo que no está tan seguro y él sabe muy bien que no jugó como lo hace siempre. Pero es simplista decir, ¿qué podemos hacer para que le vaya mejor? El mismo saldrá de la situación o no, pero sabe que tiene que jugar mejor para que nosotros podamos tener éxito en la serie final”.

Manu todavía no tuvo un gran partido por diferentes motivos. Por un lado, a sus casi 36 años se encontró frente a un rival de un poder físico tremendo, que se lo hace sentir con el objetivo de desarticular a uno de los generadores de juego (el otro es Parker) que tiene San Antonio. Dwyane Wade es su marcador habitual pero en las rotaciones hasta lo puede agarrar LeBron James y cuando el bahiense está a cargo de la conducción le hacen doble marca para evitar sus asistencias en la continuidad de la pared y desmarque.

LeBron James lo reconoció: “Tratamos de limitarlo, que le resulte difícil hacer lo que hace siempre como gran jugador. Buscamos evitar sus pases, de levantar la defensa ante sus tiros y cuando conduce poner nuestros cuerpos delante de él para que se sienta incómodo. A veces tenemos suerte y nos sale bien”. Ginóbili está tirando poco (siete por juego) y con bajísimo porcentaje en triples (18,7%); es apenas el sexto anotador del equipo cuando habitualmente era el segundo o tercero; registra tres asistencias en 24 minutos de promedio y su contribución por fuera de los números es regular.

Tim Duncan, con el que comparte éxitos desde hace una década, lo justifica pero a la vez también suma algún tipo de reclamo de cara al futuro inmediato. “Manu está siendo muy generoso, buscando que todo salga bien para el equipo. Pero necesitamos que sea más agresivo, un poco egoísta. Y espero que nosotros encontremos una forma de ayudarlo”, dijo el ala pivote, otro de rendimiento irregular.

Parker también se anotó en la línea de la justificación y el reclamo. Tiene clara la necesidad de que Manu empiece a producir, toda vez que la serie final entró en la cuenta regresiva: “Definitivamente lo necesitamos bien. Todo el equipo lo tiene que ayudar para que recupere su confianza. Estoy seguro de que va a salir de este bache. He estado jugando con él durante mucho tiempo y sé que pronto tendrá un gran juego”. Flota en el ambiente que la clave telefónica de emergencia para que San Antonio salga campeón nuevamente es 911-S.O.S Manu.